Propósito como farmacéuticos.

Farmacéuticos por vocación

¿Alguna vez como profesional del sector has valorado y hecho balance de cómo has llegado hasta aquí?

La gran mayoría de farmacéuticos con los que trabajamos nos cuentan que estudiaron la carrera de farmacia por pura vocación, algo que a mi particularmente me emociona como coach del área médico-farmacéutica, porque me doy cuenta que el objetivo que queremos conseguir poniendo en valor nuestro trabajo es pura esencia en los profesionales farmacéuticos de nuestro país.

Ahora bien, también es una realidad que muchas veces cuando empiezo a trabajar en una farmacia, lo que veo son profesionales desgastados, cansados, muy sistemáticos en su trabajo, como si el tiempo que llevan ejerciendo les haya ido apagando esa pasión que tenían al comenzar su carrera laboral.

Es por ello que una de las áreas a las que le damos valor dentro del proceso de transformación, es el propósito a nivel individual.

Propósito, ¿Para qué?

El propósito es la intención o el ánimo de hacer o dejar de hacer algo, es un objetivo, algo que se quiere conseguir y que requiere de esfuerzo y de ciertos sacrificios.

Si valoramos el propósito como sentido, lo hacemos desde un nivel más profundo y trascendental, el propósito de un ser humano es el sentido que otorga a su vida. Quién soy, de dónde vengo, para qué estoy aquí y hacia dónde voy son algunas de las preguntas que muchas veces intentamos responder para encontrar el propósito de nuestra existencia.

Es por ello, que cuando comenzamos a trabajar con equipos de farmacéuticos lo primero que hay que hacer es saber qué propósito tienen como profesionales, ayudarles a recordar cómo y por qué han llegado hasta donde están.

Algunas de las claves son redescubrir sus valores, desarrollar y alinear su visión con el aquí y el ahora.

Vocación, visión y misión como farmacéuticos.

Al igual que la pasión, la vocación es un elemento actitudinal del propósito, y ambos se complementan para poder llevar a cabo la misión que define el propósito que guía a cada persona en su vida.

Vamos a definir cada concepto para poder entenderlo mejor.

Vocación: La vocación profesional es la felicidad interior que experimenta una persona cuando desempeña un trabajo que le estimula, le motiva y le ilusiona.

Visión: Al igual que una empresa tiene unos objetivos y metas que conseguir a largo plazo, cada persona como profesional tenemos unos sueños y aspiraciones laborales, por eso también es importante tener una visión en este sentido.

Misión: Es la forma en la que vamos a ver realizados nuestros sueños laborales. Por ejemplo, si tu visión es ser un profesional del sector farmacia, tu primera misión puede ser terminar tus estudios y especializarte en el sector farmacéutico. Cada misión es reemplazada con otra cuando se consiguen los objetivos propuestos.

Como he comentado antes, la mayoría de farmacéuticos han estudiado la carrera por vocación y han tenido una visión clara de a donde querían llegar, pero muchos de ellos han perdido el foco en su misión. Por ello es importante volver a trabajar sobre estos aspectos para recordar el propósito de cada uno.

Preguntémonos algo, ¿Somos meros dispensadores de medicamentos u ofrecemos un servicio asistencial a los clientes que entran cada día en nuestra farmacia?

Debemos redefinir y recordar nuestra vocación, visión y misión para poder ser esos farmacéuticos en valor que ofrecen un servicio asistencial, entendiéndolo llegaremos a conseguir esa satisfacción laboral que siempre hemos tenido como profesionales farmacéuticos.

Esto nos lleva a trabajar la “marca personal” para poder definir el valor que tenemos a nivel profesional.

Personal Branding.

Personal Branding o Marca Personal es la huella que dejamos en los demás y el recuerdo que estos tienen de nosotros, siempre que intervenimos en una situación puntual dejamos un rastro. Este rastro, aunque sea percibido de tantas formas como personas presentes, podemos trabajarlo y enfocarlo de una forma que nos beneficie.

Personal branding es la gestión de tu marca personal, actuando y posicionándote de forma que tu público entienda claramente quién eres y qué ofreces. Es decir, debes saber exactamente por lo que quieres ser recordado y trabajar para diseñar esa imagen para tu audiencia. Este concepto es aplicable tanto a nivel individual como a nivel de marca o empresa.

¿Por qué dar importancia a la marca personal? 

La marca personal nos hará ser competitivos y entender la importancia de marcar la diferencia gracias a nuestros valores y virtudes para conseguir dejar huella y ser recordado.

Como farmacéuticos tenemos que trabajar a nivel individual esa esencia que llevamos con nosotros como profesionales, tener claro cuáles son nuestras virtudes y nuestros defectos, el por qué estamos donde estamos y que es lo que queremos ofrecer a cada cliente que atendemos cada día en la farmacia, además de lo que queremos aportar y transmitir como miembros de un equipo de farmacéuticos.

El círculo dorado – Simon Sinek

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