Como seres humanos conforme vamos creciendo adquirimos costumbres y hábitos que se quedan implementados en nuestro día a día, y por todos es sabido, que muchas veces cambiarlos es una tarea muy compleja.
En Farma Emoción nos encontramos cada día con equipos de farmacéuticos que se resisten al cambio, lo que sabemos es que es difícil romper estos patrones, pero como otras muchas áreas, los podemos y los debemos trabajar.
¿Por qué es tan difícil romper viejos patrones?
La respuesta está en el cerebro.
El cerebro es un órgano muy inteligente, cada día procesa billones de bit de información, y aunque es un órgano modificable a lo largo de la vida por las experiencias que vivimos y de las que vamos aprendiendo, su función también es la de mantener el equilibrio y, sobre todo, la función de protegernos, es por ello que resulta muy difícil romper patrones neuronales que han sido reforzados durante toda nuestra vida.
Para generar nuevos patrones y debilitar los viejos, el cerebro necesita muchas evidencias, esto quiere decir que, nos va a llevar bastante tiempo conseguir debilitar estos patrones y que los nuevos acaben ocupando su lugar.
Es por ello que para conseguir que el cerebro desaprenda esta respuesta automática y subconsciente, debemos volver a enseñarle nuevas respuestas y creencias, este es un proceso que lleva algo de tiempo, pero trabajando en ello se puede llegar a conseguir.
Por lo que vemos en el día a día, las principales razones por las que un equipo de farmacéuticos puede resistirse al cambio son:
1- Lo desconocido genera inseguridad.
2- No sentir la necesidad de cambiar, cuando se piensa que la forma en la que se están haciendo las cosas funciona bien.
3- Cuando el motivo del cambio no está claro o no se entiende.
4- Cuando no se sienten capaces de asumir esos cambios.
5- Cuando estos cambian conllevan un cambio de hábitos y rutinas.
6- Falta de confianza en que esos cambios se puedan gestionar con éxito.
7- Cuando no se les ha hecho partícipes en la toma de decisiones o no se les ha pedido opinión.
8- Falta de información y comunicación adecuada.
9- Falta de motivación.
10- Miedo a cómo afectarán esos cambios a su trabajo dentro de la farmacia.
¿Qué ocurre dentro de los equipos de las farmacias?
Cuando un equipo de trabajo se empieza a formar hace falta un líder que guíe y acompañe a todos los miembros hacía el mismo camino.
El problema es que cuando una farmacia abre sus puertas son tantas las áreas que hay que trabajar que muchas veces el valor del equipo humano se queda muy por debajo, es decir, se les marcan objetivos que pueden estar más ligados con la atención al cliente y con la venta, pero se dejan atrás acciones aún más importantes como la comunicación, valorar fortalezas a nivel individual, delegar tareas y darles la oportunidad de ser responsables en algún área dentro de la farmacia.
Es por ello, que desde Farma Emoción apostamos por trabajar con los equipos a nivel interno para que este éxito como equipo se vea reflejado en la atención directa al cliente.
Como siempre decimos, nadie nace sabiéndolo todo, es por ello que estas situaciones dentro de los equipos son normales y no es necesario buscar culpables al por qué la mayoría de las farmacias funcionan de esta manera.
Por suerte, son muchas las farmacias que a día de hoy ya ven el valor que tienen todos y cada uno de sus farmacéuticos, dejan de lado la farmacia de antaño para abrirse paso a lo que es la farmacia del futuro. La figura del “jefe” queda relegada, y aparece la figura del “líder”, esa persona que acompaña, guía y escucha a cada uno de sus miembros.
¿Cómo podemos trabajar dentro de la farmacia estas resistencias al cambio?
Lo más importante es la comunicación y posteriormente la organización para pasar a la acción.
Cuando nos encontramos con equipos de farmacéuticos con costumbres muy arraigadas, sabemos que el camino va a ser largo, pero somos conscientes de las capacidades que tienen y sabemos que lograrán conseguirlo.
Lo primero de todo es hacer una reunión con el titular o gerente de la farmacia, en ella valoramos como es el funcionamiento interno, como distribuyen y organizan el trabajo. Después, se realizan reuniones a nivel individual en las que le damos total confianza a cada farmacéutico para que expongan cuáles son las áreas que consideran se pueden mejorar, cuáles son sus fortalezas, en que se sienten más cómodos trabajando y como consideran que es la comunicación con todos los miembros del equipo.
Una vez realizadas estas valoraciones, se reúne a todo el equipo y se hacen diferentes dinámicas grupales para marcar objetivos, priorizar tareas, delegar y dar responsabilidades a los miembros para que se centren en funciones que les permitan crecer en su entorno laboral.
Os proponemos algunas claves para vencer estas resistencias dentro de nuestro equipo de farmacéuticos:
- Cuando surja la inseguridad ante lo desconocido conviene hacerse algunas preguntas, ¿Cuáles son los riesgos de quedarnos cómo estamos? ¿Qué seguridad tendremos si no cambiamos? ¿Son los riesgos o “peligros” de cambiar mayores que los de quedarnos cómo estamos?
- Dejar claros los beneficios que vamos a obtener. ¿Qué va a suponer estos cambios para la farmacia? ¿Y para nosotros como equipo? ¿Y para mí de manera individual?
- Realizar formaciones, para que no se sientan perdidos en el proceso y puedan adquirir las habilidades y destrezas necesarias, dándoles la seguridad y confianza que necesitan.
- Crear nuevos hábitos y rutinas es necesario, tendremos que desaprender para volver a aprender. Es importante saber que el ser humano necesita al menos 21 días para construir nuevos hábitos, lo mejor es ir poco a poco, ya que no todos los miembros del equipo llevarán el mismo ritmo a la hora de cambiar viejos hábitos.
- Ir paso a paso, los pequeños cambios pueden conducir a grandes transformaciones ¿Cuál es el cambio más pequeño que se puede implementar en la dirección deseada? Una vez conseguido pasaremos al siguiente, y así sucesivamente.
- Involucrar a todos y cada uno de los farmacéuticos del equipo en los procesos que vamos a llevar a cabo. Hacer a nuestro equipo partícipe del cambio no solo va a disminuir el riesgo de resistencia, sino que cada uno de ellos nos podrá aportar nuevas ideas, necesidades, problemas que quizás nosotros no hayamos sabido ver dentro de la farmacia.
- Comunicación clara y directa, donde se puedan responder dudas sobre qué cambios se van a hacer, para qué, cuándo, cómo, etc.
- Celebrar cada logro y ofrecer recompensas. Es conveniente que el equipo se sienta motivado conforme vayan consiguiendo objetivos, ofrecer algún tipo de recompensa a corto plazo nos ayudará a generarles más motivación y satisfacción como profesionales, y les ayudará a seguir avanzando en el proceso del cambio.
- Generar confianza durante el proceso y animarlos siempre a que manifiesten sus dudas y preocupaciones, las cuales intentaremos resolver de forma que les hagamos sentir parte importante de este cambio.
- Adaptabilidad, teniendo en cuenta a cada miembro del equipo, cada organización y tipo de cambio que estemos implementando. No es lo mismo un cambio relacionado con la transformación digital dentro de la farmacia, que un cambio relacionado con la reorganización del trabajo diario de cada farmacéutico, tenemos que encontrar la fórmula que mejor se adapte a cada caso.
Como podéis observar la clave es que todos seamos participes del cambio, que nuestra base sea la comunicación en equipo, que todas las nuevas direcciones que vayamos a tomar sean consensuadas con todos los farmacéuticos, es importante generar confianza y motivación.
Aportar valor a una farmacia desde el corazón de la misma es el primer servicio que podemos y debemos hacer para nuestros clientes.